Si alguien me preguntase sobre el tema, probablemente le diría que Budapest es un poco como la típica chica de las películas de los 90: al principio nadie le hace caso, pero luego resulta ser la más interesante del instituto y termina por ligarse al capitán del equipo de fútbol.
La apodada “perla del Danubio” es la meca estival de miles de turistas cada año: europeos, japoneses y australianos peregrinan ordenadamente para maravillarse pero, por alguna razón poco clara, sus encantos siguen siendo desconocidos para la mayoría de españoles.
Hace poco, una amiga y yo atendíamos a nuestra cita semanal online –costumbre que seguimos desde que ella se mudó a Berlín y que con frecuencia aprovechamos para comparar nuestras impresiones como expatriadas delante de un cappuccino–, cuando salió el tema de las últimas vacaciones. Una de nuestras aficiones en común es la moda (y más específicamente la pasión por el vintage), por eso me sorprendió bastante cuando, tras anunciar que mis próximos planes incluían pasar cuatro días buscando tesoros en las tiendas húngaras, ella frunció un poco el ceño: “¿Pero no estuviste ya el año pasado?”, preguntó extrañada. De hecho, no sólo estuve el año pasado, sino también el otoño anterior y una vez más antes de eso; y todas y cada una de ellas he tenido que poner cuidado en no exceder el límite de la tarjeta y terminar el mes sustentándome de conservas y sopa en lata (sólo por si acaso, será mejor que nadie asome la nariz a mi alacena este mes…)
El caso es que, tras explicarle superficialmente una retahíla de razones por las que como amante de los años 40 y su memorabilia no podía dejar de visitar la ciudad, pensé que era una lástima no compartir algunos secretos sobre los sitios que nadie debería perderse, así que al volver a casa me puse manos a la obra. Si tú también eres un adicto a la segunda mano, éstas son las tiendas que no puedes dejar de visitar.
Las cinco mejores tiendas vintage de Budapest:
1. Ludovika Vintage
Esta tienda de dos pisos en el número 15 de Rumbach Sebestyén define su atmósfera como un híbrido entre Las vírgenes suicidas y Annie Hall. Lo que es indiscutible es que su oferta de ropa rescatada de los años 70 es muy difícil de superar. El local, limpio y ordenado, expone una variedad poco habitual de bolsos, zapatos y kimonos importados de Japón. Incluso si – como yo– no eres un gran fan de la década, el mimo que han dedicado a la selección del material no deja de impresionar. Ludovika está situada además en el sofisticado barrio judío, donde puedes tomarte tu tiempo en algunos de los mejores cafés y restaurantes en la ciudad.
2. Retrock
Para los acquicenses más trendy ésta es la favorita indiscutible. La boutique, situada en el populoso Anker köz, exhibe una muestra curiosa de ropa deportiva de los 90, vestidos de fiesta (no olvides pararte a echar un vistazo si eres fan de Alicia Silverstone y sus secuaces en Fuera de Onda) y accesorios de fantasía. Retrock cuenta también con el atractivo de ser probablemente la tienda más espaciosa del sector.
3. Szputnyik
¿Lo tuyo es mezclar lo viejo y lo nuevo? En Szputnyik encontrarás una miscelánea interesante de blusas de los 80 y los 90, accesorios y faldas de tul. Además, con algo de suerte, puede que también encuentres piezas de diseño en una de las dos tiendas que hay en la ciudad. Tras rebuscar durante unos 20 minutos en un baúl como el disciplinado perro sabueso que soy, me llevé a casa una estola prácticamente nueva de John Lewis y un colgante de Anna Sui por algo menos de 12 euros, así que recomiendo visitarla sin prisa y hacer una pausa para café si es necesario. A lo mejor sales de allí con un botín que no te esperas.
4. Alterego
La línea que divide las prendas thrifted o de segunda mano y el vintage es muy fina, y en Alterego las combinan a la perfección. Esta discreta boutique escondida en unas galerías de la céntrica calle Erzsébet tiene el mérito de contar casi exclusivamente con ropa y accesorios de marca: Vans, Prada, Converse, Tokyo Jane… La lista nunca se acaba. No recomendaría esta visita si estás buscando antigüedades o alta costura, pero si lo tuyo es el estilo urbanita no dejes de reservarle un hueco durante tu viaje.
5. Szimpla Design Shop
He dejado para el final la que es, probablemente, la mayor sorpresa de todas. Szimpla se encuentra en un bajo de la famosa calle Kazinczy y el local que ocupa es conocido por haber albergado un célebre pub underground; desde fuera, no ofrece un aspecto evocador: se trata de un local pequeño, en una esquina algo apretujada y polvorienta. Al descender por las estrechas escaleras, uno esperaría encontrarse con un sótano mohoso, sin mucho que ofrecer… y no podría estar más equivocado. Encontrarse de pronto en medio del maravilloso caos ordenado que reina allí es como transportarse directamente a un desván secreto repleto de tesoros variopintos: más de 50 diseñadores, antigüedades y ropa de segunda mano comparten espacio. Si como yo, tú también perteneces a esa especie de rara avis formada por los rastreadores de curiosidades, no puedes dejar de visitarla.
Hay, desde luego, muchos más establecimientos especializados que pueden resultar interesantes –por no hablar de los mercados de pulgas, que merecen su propio capítulo–, pero si necesitas priorizar tu tiempo o simplemente visitas la ciudad de escapada un par de días, el material más interesante lo encontrarás en alguna de estas tiendas con toda seguridad.
Recuerda, eso sí, no exceder el límite de tu tarjeta: no me responsabilizo de que termines el mes sustentándote de sopa en lata…
Si alguna vez voy allí me pasaré al menos a dos de ellas.
https://rosaamarillablog.wordpress.com
¡Espero que lo hagas! Creo que es una buena oportunidad, no la dejes pasar.
Me parece muy útil el artículo. Espero poder ir algún día para darle uso a tus consejos 🙂
¡Y seguro que lo usarás! Después de la ruta transilvana, tenemos pendient otra por Budapest, ¿no?
[…] aquel primer viaje por Europa era aún muy pobre para comprar el cristal bohemio que quería y como sucesivos viajes a Budapest han ido compensando aquella primera decepción a base de pequeñas tazas talladas a principios del […]